El arte asociado al poder y riqueza ha influenciado en su concepción como un objeto de lujo desde los inicios de la historia moderna. En el Renacimiento las familias acaudaladas asumen el papel de mecenas y coleccionistas de arte de algunos jóvenes artistas como Raffaello Sanzio, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti, entre muchos otros.
Sus obras fueron comisionadas para hacer imágenes que debían superar el nivel estético de las representaciones de los dioses y emperadores de la antigüedad griega y romana. Un ejemplo son los encargos de las pinturas y esculturas de personajes de la Iglesia, realeza, burgueses y nobles que ansiaban ostentar su fortuna y prestigio haciendo uso del arte como propaganda. Una estrategia de legitimación para perpetuar su gloria, incrementar su patrimonio y exhibir su grandeza.
Este reconocimiento otorgado al valor del arte como un bien de posesión y exclusividad, solo era accesible para unos pocos privilegiados en la sociedad, quien tuviera el capital para poder pagarlo. Reflejo de una exaltación de la magnificencia del poder del arte que determinó que en la actualidad el valor económico del mercado del arte y el negocio de venta de obras-trofeo de los grandes maestros de la historia del Arte, estén adjudicadas a precios desorbitados. Pero, ¿cuál es realmente el verdadero valor del arte?
Es verdad que la belleza como manifestación de lo sublime es de un valor inconmensurable. Quien tiene ojos para poder contemplarla y apreciarla, es una persona afortunada. Por ello, ConCiencia Arte ha querido responder a esta pregunta desde una perspectiva distinta. Queremos aportar con nuestros artículos una mirada que traspasa las fronteras, más allá de este mundo material sumido en las apariencias, la publicidad, la fama, la moda, la vanidad y el prestigio.
Iniciamos esta edición con un tema apasionante que por muchos siglos fue oculto y castigado, pero gracias al poder del arte de hacer visible lo invisible, hemos logrado entender en qué consiste la geometría sagrada. El arte tiene la facultad de conducir al ser humano a ser el mediador del macrocosmos y los microcosmos, que ordena y es ordenado por leyes superiores que generan la vida y la materia.
Por otro lado, tenemos el poder del arte como pedagogía y salvación al servicio de la Vida, presentado por el artista Joseph Beuys. Esta dimensión simbólica, mística y su relación con la Humanidad, la encontramos en El colectivo Ou Verd, el proyecto «Vamos a vencer nuestros Muros” y el proyecto “Art descalç per la Terra” que, por medio de distintos lenguajes sensoriales, visiones, sentires y reflexiones del ser humano y su entorno, co-crean otras maneras de hacer arte a favor de la renovación social, por una humanidad más consciente.
Cerrando la edición con el poder del arte de grabar la luz del momento presente, efímero y fugaz con la estupenda obra de la artista Amèlie Ducommun, quien, desde su experiencia emocional con el paisaje en estado de meditación contemplativa, percibe los fenómenos de la naturaleza y los sonidos como realmente son, para crear su visión del mundo sensible.
*Artículo originalmente publicado en ConCiencia Arte Edición 003 en noviembre de 2022. Está disponible en línea en ConCiencia Arte Online 003