Entrevista Katrin Straostenko a Natalia Cajiao

Nos gustaría conocer tu trayectoria artística, Natalia. ¿Cuéntanos cómo empezó tu iniciación con el arte?

Mi primera experiencia con el arte fue en el taller de mi abuelo que era artista, además de diseñador de muebles y objetos decorativos. Su espacio estaba lleno de herramientas e imágenes de obras de maestros del arte clásico europeo.

Tras él, mi padre siguió su legado en la carpintería arquitectónica para edificios, y yo de pequeña iba al taller a recoger tablas y palos de madera para construir objetos con puntillas y pintarlos. A los 14 años empecé a tomar clases de pintura al óleo con una maestra y desde ahí no he dejado de pintar.

No lo veía como una profesión o carrera, simplemente lo hacía por una necesidad de sentirme bien conmigo, por relacionarme con la pintura desde su materialidad, olor, textura, color… Recuerdo que mi mayor placer era sentir el barro en mis manos y transformarlo en distintas formas y objetos. El teatro me ayudó a ser más expresiva en público, dejar la timidez y reconocer mi esencia creativa a través de mi expresión corporal. La danza es otra de las artes que me ha acompañado, en donde mi cuerpo se convierte en ilimitadas formas de la existencia. Durante mi trayectoria artística, agradezco los viajes que he realizado por el mundo, en donde he tenido la oportunidad de ver el arte antiguo, oriental, medieval, clásico y moderno. Me apasionaba descubrir artistas y sus obras, estudiarlas y entender el papel del arte en la historia de la humanidad. El sentimiento de querer ser artista lo recuerdo desde que tengo conciencia de mí misma, pues es una necesidad innata de querer expresarme desde la libertad de mi espíritu en su relación con la materia.

¿Qué te ha llevado al camino de arte terapia?

Considero el arte como un camino de expresión sanador muy poderoso, que me permite conocerme a mí misma, encontrar respuestas a mis preguntas sobre el ser humano y su entorno y dar una visión personal del mundo que co-creamos. Me ha llevado abrirme a la experiencia sanadora de la mujer medicina, el contacto con la naturaleza, en especial el vínculo con el fuego, la tierra, el agua, el aire, los ciclos lunares/menstruales y la medicina tradicional de las plantas, las flores, los árboles, el mar, el sol, las estrellas; todo lo que existe en su estado natural…

El arte es un medio de expresión donde canalizamos desde nuestro ser interior el mensaje que con las palabras no alcanzamos a comprender, porque está más allá de la razón.

Al integrar vida/arte/sanación, el arte se manifiesta como un testigo que te acompaña en tu proceso de formación integral consciente.

Tus obras son frutos de arte terapia propia o grupal. ¿Qué reflejan para ti?

Hay una diferencia entre hacer obras de arte y hacer arteterapia. Mis obras son una expresión de mi ser donde el propósito es hacer una pieza de arte, sin que su proceso deje de ser nutritivo para mi espíritu, mas sin embargo es un objeto en sí mismo.

En lo que respecta al arteterapia no hay un propósito estético, no es un objeto que exhibo, o por lo menos intentamos no caer en esa convención, pues lo que importa no es el resultado sino el proceso y lo que te sugiere al observarlo.

Por lo tanto, tengo obras de arte y procesos de arteterapia, donde si puedo distinguir sus interconexiones y gracias a lo que hago en arteterapia encuentro más profundo el sentido del qué es lo que voy construyendo en mis obras.

¿Cuál es la fuente de tu inspiración?

El amor es la fuente más deliciosa que me inspira. Y en esa búsqueda incesante, he encontrado que para hablar de amor, está la belleza, el equilibrio, la armonía, la luz y la sombra, el tejido, las flores, los colores, las texturas, el silencio, la alegría, el dolor, el vacío, la vida, la muerte, la esperanza… Yo siempre busqué el amor, hasta que lo encontré dentro de mí y a partir de ahí, la conexión con mi obra fue distinta. Ahora me expreso desde mi sentimiento interno de gratitud y asombro ante la vida y sus misterios.

También me inspira el servicio de ser artista, como arquetipo del dios Hermes, mensajero de los dioses. Confío que a través de mis pinturas, el color y las formas de la naturaleza, hago una invitación al espectador a observar las fuerzas etéricas – que son invisibles para nuestros ojos – pero que desde una visión holística podemos entender que somos energía y materia al mismo tiempo. Dar el mensaje me inspira.

¿Qué significa para ti colaborar con ConCiencia Magazine y ConcienciaArte?

Construir tribu me hace feliz, conocer personas afines en búsquedas, establecer vínculos, sensibilidades, visiones, talentos, dones, todo lo que nos une a la humanidad es lo que me ha traído a colaborar en ConCiencia Magazine y ConCienciArte.

Es como cuando encuentras el eco de tu voz que viaja a millones de kilómetros y finalmente resuena la voz del alma en tu corazón.

¿Qué te gustaría transmitir a los/las lectores de ConCiencia Magazine y ConcienciArte?

Como madre, artista y mujer medicina a través del arte como un camino de sanación, quiero transmitir mi experiencia, mi formación en arteterapia, mi profesión en arte y docencia, mi obra y su mensaje inspirador, mis palabras y todo lo que pueda aportar para que este mundo que vivimos sea más amable y profundo.

Artículo originalmente publicado en ConCiencia Arte Edición 001 en junio de 2022. Está disponible en línea en ConCiencia Arte Online 001

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